Desarrollan herramienta computacional contra el dengue y el zika

Una herramienta computacional podría guiar la síntesis racional y selectiva de nuevas moléculas de origen vegetal contra las larvas del mosquito que transmite los virus del dengue, el zika, la fiebre amarilla y la chikunguña, lo que permitiría evitar los efectos adversos para la salud y el ambiente de los insecticidas químicos hoy disponibles.

Así lo aseguraron científicos del CONICET y de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), en Argentina, quienes presentaron un modelo matemático para predecir la actividad insecticida de compuestos vegetales contra el Aedes aegypti, los que podrían servir de “materia prima” para el desarrollo de productos que puedan llegar al mercado.

El estudio fue publicado en la revista “The Science of the Total Environment”. Y también lo firman los demás integrantes del proyecto en curso, la tesista doctoral Laura Saavedra, del INIFTA; y el doctor Gustavo Romanelli, del Centro de Investigación y Desarrollo en Ciencias Aplicadas “Dr. J.J. Ronco” (CINDECA), que también depende del CONICET y de la UNLP.

La herramienta propuesta optimiza tiempo, esfuerzos y uso de recursos, porque la alternativa sería sintetizar y ensayar sustancias sin otra guía que el método “extremadamente laborioso y costoso” de prueba y error, explicó el director del proyecto, el doctor Pablo Duchowicz, del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA), que depende del CONICET y de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).

Para desarrollar la nueva herramienta, los investigadores aplicaron el modelo de las relaciones cuantitativas estructura-actividad (QSAR), que permite anticipar las actividades biológicas de las sustancias químicas basándose en la “arquitectura” de las moléculas.

A partir del análisis de casi 5000 “descriptores” o variables numéricas que describen aspectos estructurales específicos de las moléculas, los científicos del INIFTA seleccionaron las características más relevantes para su acción larvicida. Y luego comprobaron que las predicciones del modelo resultaron válidas cuando estudiaron 62 insecticidas naturales reportados previamente en la literatura.

La herramienta “busca complementar aquellos estudios experimentales o teóricos enfocados en el diseño racional de nuevos insecticidas de origen vegetal, que resulten eficientes y menos tóxicos para la salud y el medioambiente”, destacó el investigador del CONICET, quien añadió que la estrategia se basa en programas computacionales de acceso libre y metodologías de fácil reproducibilidad y aplicabilidad. (Fuente: Agencia CyTA-Fundación Leloir)

De izquierda a derecha: Pablo Duchowicz, Laura Saavedra y Gustavo Romanelli. (Foto: Agencia CyTA-Fundación Leloir)

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